
Los restauradores y conservadores son los indicados para resolver estos problemas.No sólo se orientará el curso a restauradores en formación, también a aquellas personas en trato directo con la arqueología. Dotará a los arqueólogos de hoy y mañana de los conocimientos precisos, concretos y necesarios para la salvaguarda de la estabilidad de la pieza, así como reconocer los posibles daños que el cambio de ambiente pueda producir, puesto que la excavación es en si misma el ataque más crítico para el material que queremos proteger.
Así mismo el alumno aprenderá sobre el control preventivo de los metales, mediante la teorización de sus condiciones ambientales óptimas.
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